"EL ENTIERRO DEL SAN PEDRO"
una burla sagrada que cierra 
el San Juan Camagüeyano

En Camagüey, cuando junio se va desvaneciendo entre toques de tambor y el eco de comparsas, la ciudad se prepara para uno de sus rituales más esperados y desenfadados: el Entierro de San Pedro, ese funeral que no llora a los muertos, sino que celebra la vida a carcajadas.

Bajo el sol que comienza a calentar las piedras antiguas del centro histórico, los vecinos se disfrazan. No hay solemnidad, aunque sí una especie de respeto invertido. Un grupo de “viudas” con vestidos negros y maquillaje exagerado arrastra un ataúd simbólico. Dentro va “San Pedro”, no el santo bíblico propiamente dicho, sino su versión camagüeyana: un muñeco regordete, vestido de forma grotesca, acompañado por una cruz que parece más decorado de teatro que símbolo sagrado.

El cortejo fúnebre recorre calles adoquinadas entre rezos ridículos, lamentos fingidos y danzas carnavalescas. Algunos cargan cirios de cartón, otros se persignan entre risas. A lo largo del trayecto, el pueblo asiste entre curioso y cómplice, como si supiera que la burla es también una forma de rendir homenaje.

El Entierro de San Pedro marca el fin de las Fiestas del San Juan, una tradición camagüeyana que se remonta a más de tres siglos atrás, nacida en los días de la colonia cuando esclavos y criollos aprovechaban el permiso de los hacendados para celebrar durante el solsticio de verano. Hoy, esa herencia viva se ha transformado en uno de los carnavales culturales más auténticos de Cuba.

Pero no se trata solo de una despedida simbólica. La ceremonia, a medio camino entre el teatro callejero y la sátira social, es un espejo popular donde se reflejan, sin tapujos, los conflictos del presente. El humor se vuelve exorcismo.

Al llegar a su destino final aza de la Caridad), el ataúd se “entierra” simbólicamente en medio de una plaza y el llanto da paso a la música. El pueblo entiende que todo ha sido un juego: una forma de decir adiós sin tristeza, de reírse de la muerte, y de cerrar el ciclo de fiesta con la promesa de que el próximo año habrá "Ajiaco para San Juan y Entierro para San Pedro".

En Camagüey, la tradición no se archiva: se representa, se reinventa y se goza. El Entierro de San Pedro no es una despedida solemne, sino una carcajada colectiva con siglos de historia. Y mientras haya pueblo, habrá viudas de mentira, ataúdes de cartón y santos disfrazados que nos recuerden que vivir también es saber reírse de lo sagrado.

📅 Domingo 29 de junio
🥲 3:00 p.m. – Entierro de San Pedro.
Una ceremonia simbólica que despide el jolgorio con humor y tradición. (Desde la Plaza de los Trabajadores hasta la Plaza de la Caridad).

Todos los derechos reservados - Copyright © 2025 - San Juan Camagüeyano

Necesitamos su consentimiento para cargar las traducciones

Utilizamos un servicio de terceros para traducir el contenido del sitio web que puede recopilar datos sobre su actividad. Por favor revise los detalles en la política de privacidad y acepte el servicio para ver las traducciones.