Los carnavales en Cuba son fiestas populares llenas de música, baile, comparsas, carrozas y una activa participación comunitaria. Tienen raíces africanas, españolas y caribeñas, y representan una expresión viva de la identidad cultural cubana.

Se trata de celebraciones históricas que comenzaron en la época colonial y que, con el tiempo, se han convertido en eventos clave para el pueblo, especialmente en ciudades como Santiago de Cuba, Ciego de Ávila y La Habana, donde los carnavales destacan por su colorido, ritmo y energía.

Una de las festividades que ha devenido en evento cultural de gran trascendencia por su antigüedad es el San Juan Camagüeyano, celebrado cada junio en la ciudad de Camagüey.

Esta celebración, iniciada en el siglo XVIII, se ha mantenido como una de las más notables y auténticas del país. Se conmemora con desfiles, cabalgatas, congas, comparsas, carrozas, "ensabanados", "monos viejos", música tradicional y comidas típicas, entre otros elementos.

Es un evento profundamente arraigado en la identidad camagüeyana, donde se entrelazan la tradición, la religiosidad y la alegría popular.

Los carnavales, incluido el San Juan Camagüeyano, son mucho más que fiestas: son manifestaciones culturales que reflejan la historia, la diversidad y el espíritu festivo del pueblo cubano.